Era 8 de marzo, mi hijo mayor tenía 5 años, y me despertó diciéndome:
-Mamá, me dijo la maestra que hoy tengo que felicitarte. A ti y a la abuela. ¡Feliz día de la mujer!
-Sí, ¡feliz día de las mujeres y las señoras! (agregó el de 3 años, que ya estaba en la cama conmigo).
Tragué saliva.
Y ahí surgió esta explicación-conversación sobre qué es el día de la mujer para mí, y por tanto, lo que quiero (necesito) que ellos sepan.
-Hermosos, sí, hoy es del Día de la Mujer. Y gracias a los dos por felicitarme, pero hoy no celebramos nada, así que no es necesario.
-Pero mamá, la profe dijo…
-Sí, mi amor. Sé que la profe, las publicidades de la TV, los carteles de las tiendas, nuestros vecinos, la panadera…mucha gente…piensa que hoy hay que celebrar algo. Y venden o regalan frases, flores, bombones ¡que yo NO quiero (como os decía en este post)! Pero hoy, en el día de la mujer, lo que hacemos es reivindicar los derechos de la minoría más grande del mundo.
-¿Qué es reivindicar? Hoy tengo que felicitarte, mamá. Me lo dijo la profe. Y a la abuela.
-Y a todas las señoras, a toooodddaaaas.
–Reivindicar es alzar nuestra voz para exigir los derechos que nos corresponden. Por ejemplo, en el día de la discapacidad…¿te acuerdas del 3D? Pues ese día no felicitamos a las personas que tienen alguna discapacidad. Ese día exigimos derechos, respeto y tolerancia a la sociedad, a los gobiernos, a las empresas, a los colegios, a todos. Para que la discapacidad no sea un freno para desarrollarse, vivir, moverse por la ciudad… Imagina. En tu colegio hay muchos niños y niñas con movilidad reducida como tú. Algunos suben solos las escaleras, otras van con muletas, otros en silla de ruedas, tú subes solito pero necesitas que alguien te asista dándote la mano para bajar. En el día de la discapacidad NO celebramos que tus amigos y tú tengan una diversidad funcional, reivindicamos el derecho a ir al colegio en las mismas condiciones que quienes no la tienen. Que haya un ascensor, rampas, personal técnico para ayudarlos, fisioterapeutas y otros especialistas para atenderos. Exigimos que todo eso exista. Y que nada os impida estudiar lo que queráis para luego trabajar de lo que deseéis.
-¿Y las mujeres necesitan ascensor?
-No, las mujeres necesitamos ser mujeres sin tener miedo ni limitaciones.
-No quiero que tengas miedo, mamá.
-Pues eso es lo que reivindicamos hoy. Poder vivir con libertad, haciendo lo que queramos, sin que nada ni nadie nos ponga obstáculos por ser mujeres. Decidir por nosotras, por nuestros cuerpos. Elegir cómo vestirnos, dónde y cuándo salir de paseo sin que nadie pueda opinar o actuar en contra nuestro por ello. ¿Lo entiendes?
-¿Pero qué te da miedo, mamá?
-Hay gente que hace daño a las mujeres…simplemente por ser mujeres. Me da miedo que eso no cambie, que se siga permitiendo y justificando.
-¿Qué es justificando, mamá?
-Precioso, justificar es cuando hacemos algo malo y explicamos por qué teníamos razón en hacerlo. Como cuando empujas a tu hermano porque te quitó un juguete. Está mal que te quite el juguete, está mal que lo empujes. Nada, nunca, justifica que hagas daño a tu hermano. Decirme que le has empujado porque te quitó el juguete es tu justificación. Ahora imagina que tu hermano te pega porque eres rubio. ¿Qué crees?
-Yo soy rubio, mamá. ¡No puede pegarme por eso!
–Hay gente que hace daño a las mujeres porque son mujeres. Es lo que trato de explicarte. Y también gente que cree que las mujeres podemos trabajar de unas cosas y no de otras, que debemos tener hijos aunque no queramos, que debemos ser las únicas responsables de la crianza, que somos débiles, que haciendo lo mismo que un hombre debemos ganar menos dinero o no nos podemos desarrollar profesionalmente, que debemos usar tacones pero taparnos, que tenemos que ser femeninas y no feministas, que es imprescindible que cuidemos nuestra imagen incluso por encima de nuestra salud.
-Entonces…¿no puedo decirte feliz día?
-Hoy no. Hoy quédate con que debes respetar a todos y todas por igual. Aprende y recuerda que las mujeres somos diferentes a los hombres y eso es genial…pero que debemos tener los mismos derechos. Y que no vamos a detenernos hasta conseguirlo. Anda, ponte tu camiseta negra.
-Vale, pero mi hermanito también. Hoy no decimos feliz día, peque. Hoy nos vestimos de negro porque estamos tristes porque a las mujeres las hacen tener miedo. Y eso está muy mal.
-Sí, hermano. Muy mal.
¿En casa cómo explicáis el Día de la Mujer a vuestros hijos e hijas?
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¡Nos leemos!
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3 Comments
Buenas, me ha encantado tu post. La cogeré como ejemplo porque sé, que cuando el peque salga del cole me va a felicitar. Y tu argumentación es la que debe ser, no hay que felciitar, es un día de reivindicación! Gracias por tus palabras!
Gracias, Marta
me ha encantado tu entrada explicando a tus hijos el día de la mujer. me encanta, me encanta y me requetencanta!! bravooo!!!