Hace unos días mi hijo pequeño, de 3 años, vino llorando hacia mí con una mano en la mejilla. Le habían dado un tortazo en el parque.
Una madre a nuestro lado oyó que le habían pegado, se acercó y con su mejor intención le dijo: «No llores. Si te vuelve a pegar, tu defiéndete y dale también!» .
Mi peque me miró a la cara, buscando mi expresión. No dije nada, simplemente moví la cabeza haciendo un gesto de no que él entendió porque sabe a la perfección nuestro protocolo de actuación ante estas situaciones.
Quizás esté equivocada, quizás sea utópica o no me haya enfrentado aún a situaciones más bravas que las de niños de 3 y 5 años que alguna vez dan o reciben un golpe o se dicen feo/tonto/culo/pedo.
Pero cuando hace unos años dimos forma a la crianza que queríamos brindar a nuestros hijos, tuvimos claro que el ejemplo y el respeto debían primar.
Hijo: si te hacen daño, tú sigue estos 3 pasos.
A mis hijos les enseñamos cómo actuar en situaciones de agresiones (físicas o verbales) en 3 pasos:
Si alguien les dice cosas feas o les hace daño⤵
1. Que digan claramente al agresor que no les haga/diga eso.
Si continúa ⤵
2. Que se alejen de esa situación/persona.
Si continúa ⤵
3. Que busquen al adulto se referencia más cercano y le expliquen lo que ocurre.
El resumen, que les he repetido cual mantra de forma incansable como Dora la exploradora es:
«Digo que no, me voy, busco un adulto.
Digo que no, me voy, busco un adulto
Digo que no, me voy, busco un adulto»
Decidir criar de forma respetuosa es también cultivar ese respeto en nuestros hijos para intentar mejorar el mundo a través de ello.
Entiendo que la madre leona que tenemos dentro nos pida a gritos que se defienda con sus garras, o intervenir nosotras mismas a repartir a lo Bruce Lee.
Pero no es el camino.
Si respondemos al violento con violencia lo estamos validando.
Así que no, no creo que el «si te pegan, tú pega más fuerte» deba perpetuarse durante más generaciones. Ya bastante miseria hay en el mundo obtenida bajo ese lema.
«Ojo por ojo y el mundo acabará ciego”. Gandhi.
¿Creéis que tiene sentido lo que hacemos?
¿Pensáis que depende de las circunstancias el defenderse a golpes?
¿Cómo lo hacéis con vuestros niños y niñas?
Nos leemos,
Aprovecho para recordaros que he iniciado una petición en change para que la RAE incluya el término hemiparesia en el DLE. Aquí os explicaba por qué.
*Si queréis ayudarme con vuestras firmas en mi petición de change.org haced clic aquí!
Tus comentarios nutren mi Blog y siempre respondo. Anímate a escribirme!
Y si no quieres perderte ninguna de mis publicaciones sobre Crianza Típica y Atípica > puedes suscribirte al Blog, Facebook, Twitter , Instagram y mi canal de YouTube .
No Comments
Opino igual que tú. Hay suficiente violencia en el mundo y la única manera de revertir esta situación es criando a nuestros niños de sin violencia de ningún tipo.
Pero es difícil, eso está claro, sobre todo porque el resto no lo entiende así.
Un abrazo
La situación es irreversible para mi porque viene grabada en los genes y hay muchos que son más viscerales lo que les lleva a ser más violentos en sus actuaciones y ese ímpetu les conduce a la victoria final, acaban siempre dominando al que pone la otra mejilla. Todos los imperios cayeron y caeran al dulcificar sus actitudes ante los bárbaros que les rodeaban y rodearán. En un mundo racional la actitud correcta sería la que describes en tu artículo pero nos queda mucho mucho de irracional.
Abrazo virtual.
Muy bueno, la verdad es que no sabía cómo actuar, yo siempre le he dicho que no se acerque a los niños que pegan y si le pegan que nos lo diga a papá o a mamá. Le enseñaré los tres pasos a ver qué tal.