Hace unos días os comenté que celebraríamos el Día del Padre en una cabaña sobre un árbol. Aquí os cuento cómo nos fue y el gran descubrimiento que hemos hecho en este viaje familiar
Nuestra vida madrileña, llena de atascos y compromisos (laborales de MiTodo, opositores míos y de coles, terapias, médicos y otros menesteres con nuestros niños), nos impulsa a buscar lugares de descanso físico y mental cada vez que podemos.
No es nada fácil conseguir casas rurales que cumplan unos requisitos que nosotros consideramos mínimos para nuestro disfrute total: que sean family-friendly, con una accesibilidad lógica para mi hijo mayor y la movilidad reducida por su hemiparesia, lo suficientemente seguro para minimizar accidentes con el mini kamikaze de su hermanito menor, que el alojamiento cuente con una terraza, jardín o porche privado (o al menos semi-privado) para relajarnos sin necesidad de socializar a la fuerza, con suministro de alimento para no tener que mover el coche, no muy lejos de Madrid y con un precio adecuado.
¿Pues sabéis qué? ¡Lo encontramos a última hora y ya es nuestro sitio preferido para escapadas en familia!
El Mirador de la Mancha es un complejo rural que incluye todo lo que podemos necesitar en un emplazamiento único. Os lo cuento!
El Mirador se halla en una finca de 70.000 m dotado de una gran riqueza paisajística y una abundante vegetación, dónde el principal protagonista es el olivo, los cuales cuentan con más de 250 años.
El nombre del complejo deriva de la impresionante panorámica de la llanura manchega, que se puede contemplar desde cualquier punto de la finca.
En El Mirador hay una cafetería con una terraza con vistas inigualables, restaurante, patio manchego, zona para eventos y un recinto cerrado para quienes se alojan con granja, piscina, parque infantil, lago con barca y varios tipos de alojamientos: cabañas, chozos, cabaña suite y casas sobre los árboles!!!
Nuestra experiencia en las cabañas
Durante este finde dormimos en dos tipos de cabañas: la primera noche sobre un olivo y la segunda en una con porche frente al lago.
Cabe decir que mis hijos de 3 y 5 años estaban sumamente emocionados por dormir sobre el árbol y la expectativa se vio más que cumplida.
En todas las casas brillaba la limpieza y nos esperaban la ropa de cama, toallas y amenities para los 4, así como la vajilla correspondiente.
La cabaña nido sobre el árbol.
La cabaña es de madera y está construida sobre unos pilares que abrazan un olivo, dando la sensación de estar encima de su copa.
Para acceder a la cabaña hay unas escaleras de dos tramos bastantes altas, por lo que desde ya no es aconsejable para personas que no puedan hacer el esfuerzo de subirlas por el motivo que sea, o si vais con sillas de ruedas, carros de bebés, etc. En nuestro caso, aunque con cierta dificultad, estas escaleras no supusieron un freno al disfrute. Aunque no estaríamos allí más de uno o dos días en plan familiar teniendo otras opciones mejores en el mismo recinto.
Todo sea dicho, las cabañas nido están preparadas para dos personas, con dos camas amplias que se pueden presentar separadas o unidas, pero como no había disponibilidad de otra opción al hacer la reserva nos permitieron quedar allí a los 4 incluyendo una cama supletoria donde durmieron nuestros peques. Acoplamos la supletoria a la de matrimonio y nos montamos la cama colecho soñada 🙂 .
Esta cabaña cuenta con nevera, microondas, aire acondicionado frío/calor, TV y un baño con una ducha increíblemente buena para estar sobre un árbol!
Como os imagináis, las vistas desde esta cabaña eran inmejorables.
La cabaña con porche.
El segundo día nos trasladamos a una cabaña con porche frente al lago. La casa era mucho más confortable para la familia y es la que repetiremos cada vez que vayamos (que no serán pocas!). Un dormitorio de matrimonio y en el salón dos polletes tipo cama de 90 cm, que nosotros aprovechamos como sofás durante el día, y bajamos los colchones al suelo para hacer una cama grande para los peques con menos riesgo de caída 😉
En esta casa, aparte de nevera, microondas, A/A y TV, hay una cocina completa. El baño también es de ducha, aunque más pequeña que la del nido. Ah! Y chimenea de leña!
El porche cuenta con una terraza que forma parte de la casa, con mesa y sillas, y una zona de jardín que se une a las casas aledañas y donde pasamos parte de la tarde leyendo y jugando con los peques.
Podéis ver todos los tipos de alojamientos disponibles haciendo clic aquí!
Las zonas comunes: cafetería, restaurante, terrazas, mirador, patio manchego.
A las zonas comunes puede acceder la gente que viene a tapear, comer, cenar o a algún evento que allí se organice.
En la cafetería se pueden pedir raciones, montados, bebidas, etc. Para nosotros fue suficiente y no hicimos uso del restaurante, que debe ser excelente por la afluencia de gente que vimos durante el finde (y que ya habían bloqueado las mesas desde hacía días!). En próximas visitas si decidimos comer allí deberemos reservar con antelación.
La cafetería cuenta con una terraza espectacular. No se me ocurre otra palabra que la describa mejor.
En la terraza hay varias mesas, una fuente con cascada y el Quijote más alto del mundo en talla de madera, según informan en su web.
Allí desayunamos, tomamos el vermouth, comimos y cenamos. Sólo nos faltó merendar, cosa que hicimos en las mesas del parque infantil con las provisiones que llevamos de casa para asegurarnos el consumo de fruta.
Desde la terraza de la cafetería se extiende una pasarela, un mirador extenso que conecta con el Patio Manchego (precioso!) y el jardín con vistas.
El restaurante está a continuación de la cafetería y cuenta con unos ventanales directos al horizonte.
El recinto rural.
Al recinto rural sólo pueden acceder las personas que se alojan. Se puede entrar con coche y aparcar relativamente cerca de la cabaña donde duermes, pero no allí mismo (a tener en cuenta si sois de mucho equipaje!). El acceso con vehículos se realiza con una llave que te entregan al hacer el check in y abre el portón. Para salir se toca un pulsador.
El Mirador de la Mancha está situado en la Sierra Calderina, dentro de las primeras estribaciones de los Montes de Toledo. De allí sus magníficas vistas, y de allí también las cuestas que hay que subir y bajar para recorrerla.
Una calle asfaltada rodea todo el recinto para moverse en coche o ir con carros de peques.
Si os movéis andando, encontraréis unas escaleras de tierra con barandilla de cuerdas que atraviesan desde la parte más baja (la granja, el parque infantil) hasta el mirador, pasando por las diferentes cabañas.
La granja.
Una de las grandes atracciones infantiles: la granja de acceso libre. Se encuentran en la parte más baja de la finca y se puede llegar andando y bien con coche por una calle de tierra que conecta a la calle principal asfaltada.
Acorde al resto del Mirador, es una granja limpia y muy bien cuidada. Allí viven burros, ponys, gallinas, pavos reales, perdices, conejos, patos y otros animales.
Como a la mayoría de niños y niñas, mis hijos disfrutaron conversando con sus nuevos amigos de la granja y volvimos a verles en varias ocasiones durante el fin de semana.
El acceso es libre para los huéspedes de las cabañas.
El Lago.
El lago cuenta con una barca, también de libre disfrute (sí! gratis!), y es el hábitat de una camada de patos y una oca…hasta ayer.
Como sabéis, mucha gente no se comporta de forma respetuosa con los animales: se acercan con gritos, los corretean, les dan comida que no corresponde, incluso los agreden. A consecuencia de ello, muchos animales cogen miedo y pueden sentirse amenazados aunque no sea así.
Fue nuestro caso.
Cuando MiTodo paseaba tranquilamente en la barca a Mijo2012, la Oca se acercó por detrás del niño y le propinó varios picotazos en la parte baja de la espalda. Fue un susto que quedó en aventura, pero no dudamos en comentarlo con los responsables del recinto. En pocos minutos, el Director del Mirador de La Mancha nos vino a buscar para disculparse, nos explicó que nunca había pasado algo así (cosa que creemos, sobretodo porque desde nuestro porche vimos como otros visitantes trataban a la pobre ave!) y nos aseguró que retirarían a la Oca del lago y otras zonas de circulación de personas para evitar otros accidentes. Es de agradecer que la actuación haya sido tan rápida, más aún cuando nuestra crítica fue simplemente constructiva porque entendemos que fue un accidente puntual a consecuencia del mal comportamiento de otras personas.
Ojalá mi niño no se hubiese llevado el susto ni el dolor del picotazo, pero estamos encantados con la respuesta de los responsables.
El Parque Infantil.
En lo que debe haber sido una plaza para vaquillas (o como se llame, que soy argentina y no-taurina, por lo ignoro la palabra adecuada) se planta una zona de recreo infantil. Se encuentra en la zona baja de la finca, por lo que desde allí se puede ver todo el complejo rural.
Allí hay espacio para jugar a la pelota (con dos porterías de troncos), un sube y baja, un tobogán y unos columpios. Hay dos mesas tipo merendero con bancos, donde tomamos nuestra merienda y disfrutamos de ver jugar a los peques…sentados! Qué bien viene eso. No, padres y madres del mundo?
Y encima, contemplado las vistas y un atardecer excepcional. Un lujo.
Piscina.
De la piscina no os puedo comentar nada porque estaba fuera de uso en estas fechas del año. No es muy grande, pero sí se la veía bonita y rodeada de una hierba fresca para tumbarse a los lados.
Lo mejor del Mirador de la Mancha
Si tenemos que resumir lo que más nos gustó en pocas palabras (un esfuerzo inmenso para mi labia porteña) me quedaría con la atención recibida por todos (camareras, cocineros, recepcionista, propietarios, gente de mantenimiento) desde que llegamos hasta que nos fuimos y el magnífico estado de todas sus instalaciones.
Lo demás ya os lo he contado y creo que entendéis la maravilla que descubrimos a hora y poco de Madrid.
Aquí os dejo el mapa con la localización y os sugiero revisar sus redes sociales y web para ver promociones y precios.
Me despido sonriendo mientras pienso en nuestra próxima escapada al Mirador en un par de semanas: ahora con amigos, la abuela y ¡quien se apunte!
Os recuerdo que esta publicación no es una publicidad, comparto con vosotras nuestras experiencias positivas y negativas pagando nuestros paseos de la saca familiar 🙂
Espero que os haya gustado y si os decidís a ir, me contéis vuestras impresiones.
Y claro, si me queréis recomendar otros sitios similares, os espero en los comentarios aquí abajo 🙂
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Sin comentarios
Buenos días, que guay que bien lo devisteis. De pasar.
Nosotros estuvimos en un lugar muy similar y pocos kilómetros del vuestro, que casualidad jejeje
Se llamaba el rincón del cerrillo. Y está genial a mí me encanto y el personal muy amable y cercano.nosotros también hemos encontrado nuestro sitio jejeje ya que está a escasa hora y cuarto más o menos de Madrid y se come que no te lo puedes ni imaginar… a la vez de asequible en precios…. me a encantado mi puente jejeje pero ya otra vez con la rutina y los pies en la tierra a trabajar un poquito.. si vas ya me contaras un saludo
Que lugar tan precioso me ha encantado. Los niños debieron disfrutar muchísimo. Lo apunto en mi agenda!
Los niños…y los grandes! Nos lo hemos pasado genial, paz y belleza en un lugar increíble. Muy muy recomendable!
que bonito, eh!! como seguimos vuesttros pasos al parecer, pues iremos más tarde o temprano!!jajaja
Si nos ponemos de acuerdo en que los peques lleven la camiseta fosforito cada paseo…nos reconoceremos en algún lugar del mundo. Jajajaja
jajjaja