Hoy he descubierto, gracias a mi amiga Pilar, un proyecto en crowdfunding en verkami que me parece absolutamente genial y necesario.
Cada vez que os escribo sobre respeto a la diversidad, insisto en la necesidad de naturalizar todas las diversidades: ya sea diversidad funcional, étnica, religiosa, sexual, etc.
Y qué he descubierto?
Un proyecto de Ubuntuland que aporta su granito de arena para fomentar la aceptación de la diversidad de los tonos de piel y que erradiquemos el falso concepto del «color carne» (color piel en mi Argentina natal).
¡Ya sabéis que creo fervientemente en que poco a poco se puede cambiar el mundo! Y su proyecto me ha enamorado.
¿Por qué es importante?
Aún me recuerdo de pequeña pintando dibujos de personas con el establecido color piel. Ese tono beis claro. Ese color que sólo imita el color piel de una parte de la población.
Cómo podría creer que otros tonos (desde el beis claro hasta el moreno más oscuro) podrían ser tan color piel como nuestro color piel ?
Y cómo se sentirían los niños y niñas con esas gamas diversas al encontrar que no podían pintarse a sí mismos ni a sus familias?
Mirad el vídeo de Ubuntuland:
¿Y qué va a cambiar si salen a la luz estos lápices?
Este proyecto pretende cambiar la historia en las nuevas generaciones con respecto a la diversidad cultural, étnica, de colores y rasgos humanos.
- Primero nos va a enseñar/recordar que hay muchos tonos que son color piel.
- Y segundo nos va a permitir acceder a esos tonos en una caja de lápices bellamente diversos!
Así nuestros hijos e hijas podrán retratarse a sí mismos, a sus amigos, a sus compañeras y a todos los personajes que imaginen. Sabiendo que es tan «normal» (como detesto la palabra normal!) tener la piel clara, como caramelo u oscura.
¿Cómo los ayudamos a fabricar los lápices?
Si nunca has participado como mecenas, te cuento lo que dice la plataforma Verkami: el crowdfunding es una alternativa a los modelos tradicionales de financiación para artistas, creadores, diseñadores, colectivos… Un modelo basado en la complicidad con el público, una nueva experiencia de consumo cultural y un componente militante y de mecenazgo. Sólo los proyectos que en los 40 días de plazo lleguen como mínimo al 100% de su objetivo de financiación recibirán el dinero aportado por sus mecenas. En caso contrario, las cantidades que los mecenas se han comprometido a aportar no se hacen efectivas y el proyecto no recibirá la financiación.
Esto quiere decir que si el proyecto no sale adelante, por no llegar al importe mínimo necesario, los mecenas como tu o yo no pagaremos el dinero propuesto. Lógicamente, tampoco recibiremos la recompensa.
Yo ya me hice mecenas del crowdfunding de Ubuntuland para apoyarlos y para que en casa tengamos unas cajas de estos hermosos lápices tolerantes! Puedes participar desde 5 euros, y a cambio recibirás como recompensa unas cajas de lápices en tu casa o el colegio que elijas.
¡Os dejo el enlace aquí por si os animáis!
¡Viva la diversidad!
¿Conocíais el proyecto «Pintemos los colores de la piel»?
¿Habéis participado en otro crowdfuning con valores similares?
Nos leemos.
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¡Nos leemos!
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