No es la primera vez que escribo sobre el autocuidado en la maternidad. Ya llevo más de 10 años criando 24/7, y sé lo difícil que es encontrar esos momentos o la manera de atender mis necesidades, pero cada día estoy más convencida de la importancia de cuidar al cuidador.
Hoy te quiero hablar del autocuidado maternal, de las diferentes elecciones que podemos hacer y de la carga social que a veces nos frena.
¿Cómo se cuida mamá?
No hay una manera única de autocuidarse. Cada persona es diferente, y así lo son sus necesidades, posibilidades, contexto y herramientas disponibles.
Lamentablemente, a día de hoy, la culpa materna está exacerbada por los mensajes que recibimos continuamente a través de los medios de comunicación, nuestro entorno y expectativas.
Deberíamos hacer el ejercicio de desprendernos de esa presión. Cada una se cuida como puede y quiere, ya sea durmiendo en su casa, apuntándose a clases de yoga online, asistiendo a una terapia psicológica, yendo a la peluquería del barrio, saliendo con amigas de tapeo por Madrid, o recibiendo tratamientos en centros de cirugía estética Barcelona.
Cada madre es libre de elegir su manera de cuidarse
Hay infinitas formas de cuidarnos, gestionándolo nosotras o recurriendo a otros. Lo importante es identificar lo que nos hace bien y buscar la forma de gestionar esos ratos de autocuidado. Seamos asertivas, cada vez que un familiar o amiga nos ofrece su ayuda, aceptemos esa mano para dedicarnos un momento personal.
Mamá hace deporte
Hay mujeres que necesitan una actividad física para descargar el stress y llenarse de energía. No es mi caso, pero tengo amigas a las que una hora de gimnasio o salir a correr les da la vida.
Mamá se cuida por fuera y por dentro
Las mujeres cargamos con la presión social polarizada entre estar perfectas desde la salida de la sala de partos, como el de mostrarnos agotadas para que se «note» el esfuerzo que supone la crianza.
Creo que debemos despegarnos de esas miradas de juicio, entender que es igual de legítimo ser madres que visten de chándal y van despeinadas por la vida, que ser madres de punta en blanco, el pelo de peluquería y una figura que nos haga sentir bien, ya sea a base de entrenamiento, dietas balanceadas o tratamientos estéticos como la lipoescultura.
Nadie más que nosotras debería opinar sobre nuestro aspecto, y la importancia vital que puede tener el vernos bien (cada una con sus parámetros) frente a un espejo. Eso también es cuidar nuestra salud mental.
Mamá se relaja
Quizás tu manera de cuidarte es regalarte un momento de relax, ya sea dándote un baño (sin pequeños intrusos), acudiendo a un SPA o recibiendo un masaje.
Mamá lee (libros que no tratan sobre la maternidad)
Las que somos lectoras, y llevamos desde el embarazo devorando bibliografía sobre crianza, vemos la luz al final del túnel el día que conseguimos sentarnos un rato a leer un libro que nos saque de la cotidianeidad. Yo tardé varios años en volver a coger una novela negra, pero desde ese día no hubo punto de retorno.
Mamá tiene más de un trabajo
Así como hay madres que deciden dedicarse a la crianza a tiempo completo desde el día que llega el primer bebé, hay otras que compaginan el trabajo maternal con otro fuera de casa (o dentro, que estamos en la era del teletrabajo).
Ambas opciones son legítimas y nadie debería decirnos si ello nos hace mejores o peores madres. En mi caso, retomar mi actividad profesional cuando mis peques se escolarizaron fue básico para mi salud mental.
Mamá me cuida y se cuida
Voy a terminar por lo que considero más importante: el ejemplo que damos a nuestros hijos e hijas y la enorme contradicción con la culpa materna.
No sé si te pasa, pero en mi caso, y sobre todo en los primeros años maternando, pènsaba que dedicarme un tiempo personal era robárselo a mis hijos.
¡Vaya incoherencia!
¿Sabes por qué? Porque no somos imbatibles, porque para cuidar 24/7 debemos estar en buenas condiciones tanto físicas como mentales.
¿Y tú? ¿Cómo te cuidas?
¿Consigues encontrar el momento y la forma de autocuidarte?
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¡Nos leemos!
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2 Comments
Hola! Yo el poco tiempo para mí que consigo lo dedico a cuidarme la piel (tengo dermatitis atópica grave) y a investigar herramientas para aceptar y disfrutar de la maternidad atípica que me ha tocado vivir. Tengo algunos días de trabajo presencial y otros de teletrabajo, y en mi experiencia son mucho más cansados los de teletrabajo sin duda. Y los fines de semana un poco descansar y ver alguna serie por la noche 🙂
El teletrabajo, esa herramienta igual de maravillosa que tremenda para intentar conciliar