Hoy he visto en Internet el trailer del documental My Stuff de Petri Luukkainen y era el empujón que me faltaba para ponerme en acción.
Petri tiene 26 años y se siente completamente perdido. Abandonado por su novia, acorralado por una enorme hipoteca y con una tarjeta de crédito al límite, Petri siente que su vida está vacía mientras su piso está lleno de cosas.
Hay algo que echa de menos, así que decide averiguar qué es lo que realmente le falta embarcándose en un experimento con tres reglas: durante un año todas sus pertinencias materiales estarán en un almacén, sólo podrá recuperar una cada día y estará prohibido comprar nada de nuevo.
Y aunque es algo trillado, a veces debemos recordar que necesitamos muchas menos cosas que las que tenemos para tener una vida confortable. Estamos llenos de objetos, ropa, juguetes, elementos en general que nos sobran, no utilizamos, pero tampoco damos lugar a que lo utilice nadie más.
«Poseer es una responsabilidad y las cosas son una carga»
Aparte, también leí el Post de Armarios-Cápsula en versión infantil de Agenda de mamá donde vemos cómo se puede planificar un fondo de armario para niños y niñas con facilidad, aprovechando lo que tenemos y minimizando las compras (& eliminando las cosas innecesarias).
En casa acostumbramos a hacer un repaso de ropa cada temporada y dar lo que ya no usamos. Con los libros y juguetes lo hacemos antes de navidades y después de los cumpleaños de mis niños, para dar paso a los regalos recién llegados.
Tanto tenemos sin necesitar y tantos necesitan por no tener …
Así que esta semana mi objetivo está claro: dar y dar.
Obviamente no dejaré mis bolsas en los contenedores «humanitarios» que se dedican a revender lo recolectado y donar el 10% de los «beneficios» a causas solidarias. Soy economista, se perfectamente lo que eso significa.
Aparte creo en la acción directa, dar a quien lo necesita sin (o minimizando) intermediarios para asegurar que el 100% llega al destinatario de la ayuda. Depende si tengo libros, juguetes o ropa llevo las cosas el colegio de mis hijos, a la biblioteca municipal, se lo doy a una familia conocida o lo reservo para alguna campaña de recolección en mi barrio.
¿Y vosotras cómo lo hacéis?
Feliz semana, ¡nos leemos!
Y te recuerdo que he iniciado una petición en change.org para que la RAE incluya el término #hemiparesia en el Diccionario de la lengua española. Si quieres ayudarme con tu firma en mi petición de change.org haz clic aquí!
3 Comments
Me has recordado a una epecie de reflexión que nos propuso un profe de ética cuando iba al instituto mediante un texto de Cortázar llamado «Preámbulo a las instrucciones para dar cuerda al reloj». Cuando te regalan un reloj, ¿quién es el regalo y quién el regalado? ¿Te regalan algo para saber la hora o la necesidad de saberla? Sociedad capitalista de consumo compulsivo, y nunca tenemos suficiente. Buena reflexión la tuya, y comparto la alergia a esos contenedores en los que no se informa debidamente sobre qué ocurre con la ropa que se deposita. Me quedo por aquí cotilleando, que tu blog es muy interesante. Un abrazo.
Muchas gracias! Y me encanta ese texto, me lo había olvidado!!
Finalmente mis primeras 8 (ocho!!!!!) Bolsas de ropa y juguetes han ido a manos de la profe de mi hijo, que los distribuirá en un cole con familias de pocos recursos . Y ya preparando otra tanda con material de puericultura y hogar.
Cómo es posible que tengamos tanto? Nosotros que somos anti cosas y vivimos en un piso moderno de esos de medio metro cuadrado…No quiero ni pensar lo que acumula la gente con armarios y dormitorios (e ingresos) más amplios…
Gracias por quedarte, tu Blog si que es mi descubrimiento del mes! Me encanta!! Feliz lunes