Tabla curva, nuestro imprescindible

Hace tiempo que le tenía ganas a la tabla curva y, la verdad, no sé por qué hemos tardado tantísimo en tenerla.

Supongo que para quienes vivimos en pisos pequeños, el espacio y posible uso potencial de cada juguete, juego o material de trabajo, suele pesar bastante a la hora de decidir.

En este caso, no he podido estar más confundida.

Ocupa sitio, sí. Pero el uso contínuo y sus múltiples beneficios compensan con creces el espacio -ya fijo- que le hemos destinado en nuestro hogar.

El precio en algunos casos también podría ser una traba, salvo cuando encuentras a una artesana como Mamá Madera dispuesta a elaborarlas bajo pedido, con tanta calidad como amor, y por un valor más que aceptable (y no quiero explayarme sobre prioridades, pero desde luego la tabla curva debería estar en el top ten de regalos para nuestros hijos. Y si no podemos solos, que se junten los abuelos, tíos, madrinas y demás seres queridos para comprarla en grupo 😊). Yo compré 2 tablas por 69 euros cada una.

La tabla tiene una vida útil muy larga, partiendo de la base que aguanta hasta 100 kilos.

La tabla curva es un material que recuerda las líneas Wardolf/Montessori/Pikler. Un elemento único, natural y polivalente, que permite, fomenta y acompaña el desarrollo del peque.

En el caso de nuestra familia diversa, con 2 niños típico y atípico, hemos descubierto usos súper interesantes que están haciendo de la tabla curva una aliada diaria.

Mi hijo normotípico, con 4 años recién cumplidos, la utiliza para balancearse, emular posturas surferas, darla vuelta y usarla como atril para saltar hacia el suelo ó como mesita para apoyar sus muñecos. Va y viene a lo largo de la jornada, pasando por encima de ella durante pocos minutos (incluso segundos), simplemente para hacer más divertido su recorrido por el salón.

En cambio, mi peque neurodiverso con 5 años casi 6, le da un uso también lúdico pero del que se beneficia en muchísimos otros aspectos.

La hemiparesia derecha con la que convive requiere de mucho ejercicio, rutinas y movimientos para poder fortalecer sus músculos, mejorar el equilibrio, potenciar los sentidos vestibulares y propioceptivos.

Cualquier familia con peques con diversidad funcional motora sabe lo importante que es encontrar actividades y herramientas para trabajar el desarrollo físico desde la motivación y el juego. La tabla curva es excepcional para ello.

Hace unos días ya la hemos incoporado a la sesión de fisioterapia pediátrica neurológica que hace mi niño semanalmente para corregir posturas, mejorar la simetría, prevenir deformidades y evitar espasticidad.

Ha sido muy bienvenida y ha servido para hacer varios ejercicios de carga, desbloqueo y equilibrio. ¡y si nuestro fisio dice que nos va bien, ya no hay marcha atrás!

Buscando información sobre su uso terapéutico, me he encontrado con varios estudios de tablas de equilibrio (balance boards) en personas que han sufrido un ictus, con parálisis cerebral, donde las conclusiones son positivas como estamos viendo en primera persona.

Aquí os dejo este enlace y este otro, advirtiendo que están en inglés.

Por otro lado, la tabla curva es un recurso ya imprescindible para la autoregulación de mi niño.

Cuando se encuentra cansado, excitado, nervioso ó con muchas estereotipias, es subirse a la tabla a balancearse (ya sea por motus propio ó recordándoselo) y relajarse de forma casi instantánea.

Lo veo como un punto muy fuerte a tener en cuenta tanto en peques con daño cerebral como en aquellos dentro del espectro autista (TEA, Asperger, etc.) en los que el sistema vestibular incide directamente para regular sus emociones.

De momento llevamos menos de un mes con la tabla en casa y no podemos estar más encantados. ¡Hasta yo le doy uso de vez en cuando! (me refiero a yo sola, que con mis peques me subo a la par casi a diario).

Como recomendadora nata que soy, y sin ningún beneficio por hacer publicidad, os recomiendo muy mucho que os planteéis conseguir una tabla curva para vuestras niñas y niños, típicos y atípicos.

Y como la maravilla que habita mi hogar es de Mamá Madera, que aparte de atender de forma exquisita es un proyecto laboral buscando la conciliación de una madre como tú o como yo, no puedo más que recomendaros que si váis a por la tabla se la encarguéis a ésta artesana.

DESCUENTO para peques con Diversidad Funcional.

Si vuestro peque tiene alguna diversidad funcional y queréis la tabla por los beneficios terapéuticos que os acabo de comentar, antes de comprarla en su tienda online enviadle un mensaje a su correo tienda@mamamadera.es indicando que vais a hacer un pedido de la tabla curva para vuestro hijo o hija atípico, comentad que habéis leído en mi blog Criando 24/7 que en esos casos os hará un descuento del 10% y adjuntad una foto de la tarjeta de discapacidad del peque u otro certificado en el que conste su diversidad funcional. Mamá Madera os responderá con un código descuento del 10% para aplicar al pedido. Más maja imposible.

Vuelvo a mis oposiciones, pero necesitaba compartir con vosotros este maravilloso descubrimiento que tantas alegrías nos está dando y aprovecho para agradecer a Mamá Madera el detallazo con vuestra economía atípica 😊.

¡Feliz semana! ¡Nos leemos!

Aprovecho para recordaros que he iniciado una petición en change para que la RAE incluya el término hemiparesia en el DLE. Aquí os explicaba por qué.

*Si queréis ayudarme con vuestras firmas en mi petición de change.org haced clic aquí!

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