Ya tenemos Cole! Los 9+1 requisitos que espero del tutor/a de mi hijo

Hace un tiempo os escribía mis claves para elegir bien (o lo mejor posible) el cole, en caso de niños con y sin necesidades educativas especiales.

Ahora que ya ha pasado esa vorágine de búsqueda, jornadas de puertas abiertas, cálculo de puntos, cruce de dedos deseando que salga la primera opción marcada en la solicitud…ya tenemos Centro!

Y llega lo siguiente…que puede hacer que la escolarización realmente sea un éxito o no: el educador o educadora de nuestro hijo. Esa persona con la que pasará la mayor cantidad de horas activo de su jornada. Con quien deberá contar como figura de referencia y será tan importante en su educación como papá y mamá.

Así que después de mi experiencia escolarizando a mis hijos en centros privados y públicos, con filosofía Montessori y conductista, con clases de puertas abiertas y clases herméticas, os puedo decir que el Colegio marca pautas y nos facilitará estar alineados o no con su ideología, pero el factor clave es la maestra o maestro que nos toque en suerte.

En los pocos años que tienen mis hijos (4 y 2), y aun habiendo sido educados en casa lo que nos fue posible (cerca de los 2 años ambos), hemos tenido la friolera de 10 educadoras diferentes hasta ahora. En un mismo curso, en la clase de 2/3 años, mi hijo mayor sufrió 4 cambios de tutora! (el tema de gestión de esos cambios da para otro Post).

Así que hoy, que ya están en los centros que queríamos, lo que espero es que sus tutoras cumplan con estos requisitos:

1- Respeto. Es el primero y más importante de lo que puedo esperar de alguien que va a criar a mi hijo. Que lo respete y que fomente el respeto hacia él, el entorno, sus compañeros, la familia, el colegio, la diversidad…Y que le inculque el respeto desde el respeto, valga la redundancia. Que le enseñe a respetar, respetándolo, como intento hacerlo yo.

2-Empatía. Muy unido al punto anterior, ya que para poder respetar sus tiempos, sus emociones, sus necesidades, sus miedos..tendrá que poder empatizar con ellos. Ponerse en el lugar de mi hijo para ayudarlo también a comprender lo que le pasa y darle herramientas para gestionarlo. Y lógico, enseñarle a ser empático con los demás.

3-Cercanía. Pedir a una maestra que ame a mi hijo me parece mucho (aunque me encantaría!), pero pedirle cercanía, mimos, abrazos, un cura sana si ha golpeado, una caricia para dormir la siesta…me parece indispensable. Cómo podría sobrevivir mi cachorro estando 7 horas lejos de mamá y papá, sin un solo contacto físico, una demostración de cariño?

4-Interés. Deseo que reconozca sus gestos y me pregunte qué tal ha dormido, que le demuestre su valía y lo ayude con sus dificultades, que observe cuál es su inteligencia y me transmita cómo la potencia en clase así como herramientas para favorecerlas en casa.

Para los que no sabéis de qué estoy hablando, me refiero a las inteligencias múltiples. Esa teoría de Howard Gardner en la cual todos somos inteligentes y que podéis conocer mejor en estos vídeos que seleccioné para mi canal de YouTube:

5-Cercanía V.2. En este caso conmigo y con su padre. Que nos cuente detalles del día que ha pasado en el cole, que esté abierta a nuestras dudas y disponible a hacer tutorías o darnos un feedback continuo sobre su evolución. Que sea accesible y quiera que formemos parte de su educación en clase, así como ella trasciende a nuestro hogar con sus enseñanzas.

6-Inclusión. El aceptar, tolerar , respetar y dar la bienvenida a toda la diversidad es algo imprescindible en educación, y lógicamente espero que la maestra de mi hijo tenga esta mentalidad. No sólo para admitir la diversidad en clase, sino para celebrarla como factor de enriquecimiento en el curso. Y poniendo todo el interés (ver punto 4) para que cada niño y niña potencien lo mejor de sí, sin compararlos, sin etiquetarlos y sin ponerles límites o barreras.

7-Tranquilidad. Los peques tienen una energía desbordante y es buena idea que el ejemplo que tengan sea de calma, ya sea a la hora de transmitir la clase como de resolver conflictos o atender accidentes en clase. Si a eso le sumásemos que pueda enseñarle a mi hijo técnicas para calmarse y gestionar sus emociones, como Mindfullness, meditación, yoga, respiraciones, etc….me volvería loca de alegría!

8-Actualizada. Realmente deseo que la maestra de mi hijo sea una profesional que se actualice y utilice metodologías educativas que lo motiven, basadas en la evidencia científica que ya marca claramente la importancia del componente emocional en el aprendizaje, y que descartan los métodos arcaicos de rellenar fichas y memorizar conceptos. Que potencie su autonomía dejándolo hacer, le transmita el amor por la lectura facilitándola y  fomento el interés por el descubrimiento, la lógica, el arte, las emociones, y muchos etc. No necesito que siga una línea concreta como Montessori, Emilia Reggio…sino que esté alineada a éstas y trabaje por proyectos.

En este punto os invito a leer las siguientes noticias de ABC y El Diario:

9-Conectada. En el caso de un niño típico, esto no será tan relevante. Pero cuando tienes un hijo con necesidades educativas especiales, del tipo que sean, es fundamental que la tutora quiera y busque estar en contacto con el resto de intervinientes en el desarrollo del peque, para aprender más de su condición/enfermedad/patología.., para intercambiar opiniones, detectar avances, retrocesos o cualquier otro hito que pueda hacernos dar un giro en la intervención del niño. Por ello, no me basta que la tutora se reúna con el Equipo de Atención Temprana (EAT) o el Equipo de Orientación Educativa y Psicopedagógica (EOEP). Veo imprescindible que se comunique con los terapeutas y profesionales externos del Colegio en primera persona (mail, whatssapp, cartas, visitas, llamadas telefónicas…como les venga mejor!): psicólogos, fisioterapeutas, logopedas, psicólogos, y bastantes etc. dependiendo de las características del peque. De la misma forma, espero que esa comunicación sea fluida a lo largo del curso, ya que los niños suelen tener muchos cambios en poco tiempo y la mejor forma de apoyarles en la escolarización es que la información se actualice al ritmo de su desarrollo.

9+1-Vocación. Todos sabemos que la mejor forma de realizar un trabajo es desde la vocación. Creo que en el ámbito de la sanidad y la educación, esto debe ser un requisito sine qua non. Puedo admitir días malos de forma muy excepcional, pero elegir una carrera en la que se pone en tus manos la vida de la gente (su formación o supervivencia), debería implicar que tengas una capacidad extraordinaria de humanidad y empatía. Y si no es así, por favor, no seas la maestra de mi hijo (ni su pediatra!).

Así que con estos 9+1 requisitos creo que me planto en los aspectos imprescindibles que quiero que cumplan las tutoras(podrían ser tutores, pero tenemos 2 chicas ) de mis hijos .

Ahora que han pasado varios meses desde sus entradas en los coles nuevos, puedo decir que estoy feliz.

Feliz porque nuestras queridas maestras Nuria y Sara cumplen con estos 9+1 requisitos y más. Porque dejarlos en clase no hace que me sienta inquieta, culpable, malamadre o temerosa. Porque mis hijos van felices (aunque a mi hijo pequeño le cueste a veces despegarse de la teta antes de pasar a su clase…), salen felices y quieren ir al día siguiente con más ganas si cabe. Y porque por fin, después de 10 tutoras, hemos tenido la gran suerte de que ellas (las que serán sus referentes el resto del ciclo) sean las mejores!

Espero que todos los padres y madres que estáis por escolarizar en el próximo curso tengáis esta misma suerte, pero a la primera!

Y vosotras, ¿qué esperáis de sus tutoras o tutores? Ya me contaréis.

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¡Nos leemos!

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