Como ya habréis leído en mi segunda entrega de Consejos de Seguridad Infantil que todos los padres y madres deberíamos saber y en otras de mis publicaciones, hago mucho hincapié en la detección temprana de retrasos en el desarrollo.

Detección precoz

¿Por qué? Porque actuar a tiempo puede eliminar o reducir los trastornos del desarrollo, o incluso salvar la vida de tu hijo.   Parece que estar alerta a los hitos que cumple tu peque va en contra de la crianza respetuosa, que tiene en cuenta los ritmos únicos de cada bebé. Pero nada más lejos de la realidad.

Crianza respetuosa vs. hitos del desarrollo.

Yo crío de forma respetuosa. Respeto (valga la redundancia) los ritmos de mis hijos.  

Pero…parte de respetarlos también es responsabilizarme por su salud. Y el seguimiento del desarrollo de un niño o niña, puede indicarnos si algo no va bien y abordarlo inmediatamente.

Empecemos por los percentiles. La mayoría de vosotros, padres y madres, ya conoceréis los percentiles.   Quitando los médicos (y la sociedad!) con percentilitis, como bien explica la Dra. Amalia Arce (@lamamapediatra) en este Post, muchos sabréis que es tan normal estar en el 3 que en el 97. Y que estar por arriba o por debajo de ellos, simplemente es un toque de atención para “observar”. Esa observación debe hacerla un profesional, que valorará en conjunto la situación del peque: cómo y qué come, la genética familiar (el padre es gordito? la madre es alta? ), los hábitos y rutinas, etc. Y decidirá si es necesario realizar pruebas para detectar algún problema.  

Un niño en el percentil 1 puede estar más sano (o igual de sano) que uno en el 50 y otro en el 104. Pero existen estas tablas (que por cierto están desfasadas y basadas en bebes alimentados con LA y una población homogénea, ya que las actualizadas en 2006 por la OMS no se utilizan aun en nuestros centros de salud).

Con decir al pediatra si tu bebé ha hecho (o no ha hecho) algo nuevo este mes, estarás asegurando su salud.

¿Y qué pasa si tienes dudas sobre el desarrollo de tu bebé?

Creo que lo mejor que podemos hacer para actuar a tiempo es contar con información, y tener en cuenta nuestra intuición. Os lo explico a continuación:

1º INFORMACION.

Cada uno tiene su ritmo, pero existen indicadores para detectar de forma temprana cualquier problema. Al igual que en los percentiles hablamos de “normalidad”cuando se encuentran entre el 3 y el 97, un bebé “típico” caminará entre los 10 y 18 meses . ¿Lo sabías?  

 De toda la información disponible en internet, creo que la más clara es la de CDC.gov , donde podréis encontrar muchísimo material sobre la detección temprana y el desarrollo típico de un bebé y consejos de Crianza Positiva.

Aquí podéis descargar un listado con indicadores de desarrollo  que os permitirá hacer el seguimiento desde el nacimiento y hasta los 5 años.

Para daros un ejemplo de indicadores, a los 2 meses un bebé debería poder:

En las áreas social y emocional
-Le sonríe a las personas
-Puede calmarse sin ayuda por breves momentos (se pone los dedos en la boca y se chupa la mano)
-Trata de mirar a sus padres

En las áreas del habla y la comunicación
-Hace sonidos como de arrullo o gorjeos
-Mueve la cabeza para buscar los sonidos.

En el área cognitiva (aprendizaje, razonamiento, resolución de problemas)
-Se interesa en las caras
-Comienza a seguir las cosas con los ojos y reconoce a las personas a la distancia
-Comienza a demostrar aburrimiento si no cambian las actividades (llora, se inquieta)

En las áreas motora y de desarrollo físico
-Puede mantener la cabeza alzada y trata de alzar el cuerpo cuando está boca abajo
-Mueve las piernas y los brazos con mayor suavidad  

Y desde CDC indican: Actúe a tiempo y hable con el doctor si su hijo:

• No responde ante ruidos fuertes
• No sigue con la vista a las cosas que se mueven
• No le sonríe a las personas
• No se lleva las manos a la boca
• No puede sostener la cabeza en alto cuando empuja el cuerpo hacia arriba estando boca abajo

Creo que hasta ahí os dejo mi consejo sobre la importancia de tener información sobre los indicadores y comentarlos periódicamente con vuestro médico.

2º INTUICIÓN

Hoy escribí un comentario a una mami Blogger sobre su Post acerca de las dudas generadas por el desarrollo de su peque, que con 3 meses y medio no sostiene la cabeza (NannyMoon, podéis verlo aquí).

<<Existe Tu intuición y conocimiento, absolutamente únicos y potencialmente desarrollados para detectar problemas (ahora agrego : y necesidades!) en tu bebé. Nadie (¡nadie!) conoce a tu hijo más que tú. Nadie sabe mejor cómo son sus 24 hs del día, qué hace, qué no hace, qué le gusta, qué no…
Seguramente en sus 3 meses y medio has tenido ya alguna situación del tipo: creo que se va a poner malo, tomas la temperatura y está ok. Y al rato, comienza a subir la fiebre.

Tenemos un grado de conexión con nuestros cachorros que podemos intuir su bienestar o malestar.

Así que yo, que creo absolutamente en el respeto de los tiempos y ritmos de cada ser..también te digo: escucha tu intuición. Si crees que algo no va bien, tienes dudas…consulta. Si la respuesta que recibes te deja inquieta, consulta otra vez o dirígete a otro especialista.
Perdón por darte la chapa. Seguramente tu hijo esté genial, pero si hay cualquier mínimo retraso en su desarrollo, es mejor saberlo y actuar cuanto antes.
Te invito a leer también esto>>

Ese enlace que le dejé incluye un resumen de la vivencia que tuve con mi hijo mayor, queriendo confiar en el “ya lo hará”, y llegando a un diagnóstico de PCI del tipo Hemiparesia por Ictus Isquémico de origen perinatal a sus 15 meses. ¡¡A sus 15 meses!!! Cuando el Ictus Infantil lo tuvo entre la semana 20 de gestación y sus primeros 28 días de vida extrauterina!

Obviamente no quiero ser ni sonar alarmista y pido disculpas si no lo estoy logrando.

La mayoría de los retrasos en el desarrollo infantil no tendrán un diagnóstico detrás, sino que se irán equilibrando a lo largo de la infancia.

Pero (¡¡yo y mis peros!!) hay que saber. Hay que informarse. Hay que consultar. Y sobretodo, hay que confiar en nuestra intuición.

Conozco ya muchísimas madres  con experiencias similares  a la nuestra, que reciben diagnósticos de sus bebés años más tarde pensando…”¡a mí me parecía que algo pasaba! “

Hacerlo bien, ser respetuosos con sus ritmos, no excluye el comentar en cada revisión estos indicadores, de la misma forma que le contamos al pediatra que le ha salido un diente, no le interesa la comida o duerme bien/mal.

Intuir y observar para actuar.

Saber para decidir.

E intervenir si hay necesidad: cuanto antes, mejor.

¿Conocías los indicadores del desarrollo? ¿Los comentas de forma habitual con su pediatra?

¿Y qué me dices de tu intuición?

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¡Nos leemos!

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