La integración en el ámbito escolar. Reflexión.

A raíz de haberme incorporado al Consejo escolar del Cole y a través de ello en las Comisiones de Convivencia e Integración (Inclusión, pero se llama así…) me veo en la necesidad de insistir en que no existe la una ni la otra sin respeto.

Perdona si insisto…

Bajo mi punto de vista, separar la «Convivencia Escolar» de la «Integración» va contra la esencia de ambas.

Me explicaban hace unos días que existen dos comisiones porque la primera se encarga de mejorar la convivencia de TODO el alumnado, mientras que la segunda tiene como objeto fomentar la integración de PARTE del alumnado: el de necesidades educativas especiales, específicamente de origen motórico (ya que es un centro escolar ordinario y preferente).

Quitando las necesidades arquitectónicas, herramientas, apoyos,  materiales, TIC, etc. específicos para alumnado con diversidad funcional, la Integración no debería limitarse a ver cómo incluirlos a ellos.

La integración debe ser para todos y todas, con sus características individuales y su propia diversidad. Al igual que la convivencia.

La Integración inclusión en el ámbito escolar.

¿Por qué se cree que un niño que se mueve en silla de ruedas necesita ser incluido mientras que otro normotípico no?

Es cierto que al tener una diversidad minoritaria las cosas se ponen más difíciles. Pero no deja de ser cierto que si luchamos por la naturalización, aceptación, respeto y tolerancia de las personas con diversidad funcional sin tener en cuenta el resto de diversidades, caeremos en una trampa sin fin.

Quiero que mis hijos se sientan incluidos siendo quienes son, sean como sean, tengan lo que tengan, vengan de dónde vengan, posean lo que posean.

Quiero que mis hijos incluyan a sus compañeros y compañeras sean como sean, tengan lo que tengan, vengan de donde vengan, posean lo que posean..

La diversidad es un hecho, es real, es algo tan propio de la humanidad…que ir encasillando cuáles necesitan ser incluidas y cuáles no, termina siendo otra forma de exclusión.

La diversidad de nuestro Centro Escolar.

Os contaré la diversidad de nuestro cole público ordinario y bilingüe de Madrid.

En nuestro colegio hay peques de familias españolas, inmigrantes, mixtas. Madrileñas y de otros lares.

Que profesan la religión católica, musulmana, judía, evangelista, creyentes no practicantes y no creyentes ni practicantes.

Niños y niñas con familias «tradicionales», separadas, divorciadas, viudas, monoparentales, homoparentales, biológicas, adoptivas y de acogida.

Con y sin hermanos.

Con padres y madres ingenieras, recogedores de chatarra, médicos, maestras, autónomos, limpiadores del hogar, amos de casa, estudiantes, opositoras, licenciados y otros que no han podido acabar los estudios más básicos.

Entre el alumnado se ven melenas rubias, morenas, pelirrojas y el color piel no existe como tal (como bien dicen en ubuntuland, ¿recordáis este Post?!).

Vienen peques de etnia gitana, asiática, semita, caucásica, africana, mestiza, indígena.

Hay peques como el mío, con diversidad funcional motora por su hemiparesia, aunque la mayoría tiene un desarrollo típico y llega al cole corriendo y saltando. Otros con retraso en el lenguaje, algunos parlanchines como los que más, peques con TDHA o enfermedades raras, niños altos, bajos, algunas usan gafas, silla de ruedas, férulas o muletas. También niños y niñas con altas capacidades, mientras que la mayoría se encuentran en la media.

En este colegio se ven ropas de marca, marca blanca y heredada.

Es una verdadera suerte haber encontrado este colegio tan diverso, tan parecido a la realidad, donde nuestros hijos conviven y se enriquecen con la diversidad.

Entonces…

¿De verdad creéis que la inclusión debe fomentarse solo hacia el colectivo «motórico»?

La inclusión, que no integración, debe ser para todos y todas. Y para ello el único camino es educar (dentro y fuera de las aulas) a vivir y dejar vivir, a ser empáticos, tolerantes, solidarios.

Lógicamente la inclusión deberá ir de la mano de la equidad: ofreciendo a cada alumno o alumna los recursos, apoyos, adaptaciones, contención emocional y medidas de accesibilidad necesarias para desarrollarse de la mejor manera posible, en igualdad de condiciones y derechos que el resto de sus compañeros.

Enseñemos a nuestros peques, a vuestros alumnos y alumnas, a RESPETAR.

Ojalá la Comisión de Convivencia y la de Integración se fundieran, como deberían haberlo hecho al ser creadas, para proveer de formación y herramientas para educar en la tolerancia, el respeto y la aceptación de la diversidad tanto a los educadores, al alumnado como a las familias y así conseguir este objetivo que lo cubre todo. El respeto.

Material recomendado

Aquí os dejo el cuento «Está bien ser diferente» de Todd Parr , uno de mis preferidos para trabajar desde chiquitines el respeto a la diversidad. Nosotros lo tenemos en inglés, como el del siguiente enlace.

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