La pandemia nos pilló por sorpresa, desconcertados y sin saber el tiempo que iba a durar (y sigue durando) el aislamiento.
En el caso de una familia atípica como la mía, encontrarnos en casa sin poder dar continuidad a las terapias fue una situación de temor.
Si en general nos parece que no hacemos lo suficiente, con las eternas dudas sobre el pronóstico de nuestros hijos, quedarnos sin la intervención adecuada por parte de los profesionales expertos en las patologías o retrasos del desarrollo de nuestro peque era una causa de stress que se acumuló al desconcierto de las circunstancias, el homeschooling forzoso, el teletrabajo o reinvención laboral, el sentirme capacitada para contener emocionalmente a los niños no estando yo misma al 100% y el miedo al contagio.
Pero el miedo por la falta de terapias se disipó en una llamada los primeros días de aislamiento: la directora de nuestro centro de atención temprana, Marta Burgué, me avisó que estaban trabajando a destajo para dar continuidad a las sesiones vía online. Mantener el trabajo terapéutico y las rutinas es clave para el bienestar de mi hijo mayor diagnosticado de hemiparesia y autismo.
Por ello he decidido hacer una entrevista a Marta Burgué, directora del Centro de Atención Temprana e Intervención Iria, para compartir con vosotros cómo y por qué estamos haciendo las sesiones online.
C247- Hola Marta, y gracias por dedicarme este rato. Como madre, quiero hacerte algunas preguntas sobre el nuevo modelo de intervención que estáis llevando a cabo durante el confinamiento. Lo primero es
¿Estabais preparados para hacer un cambio de esta magnitud en tan pocos días?
M- Buenos días Geraldine. La verdad es que la rapidez con la que ocurrió el avance de la crisis sanitaria nos hizo tener que dar un giro de 180 grados en relación a los tratamientos que se ofrecen desde el centro y reorganizarnos en unos pocos días. Estos primeros momentos fueron de una intensidad agotadora para ponernos al día con las plataformas desde donde queríamos seguir ofreciendo nuestras terapias, y para coordinar al equipo con el objetivo de llegar a acuerdos comunes y medidas que fueran factibles de implementar en los días que iban a llegar. Pero desde el primer momento teníamos claro que seguiríamos ofreciendo las terapias a todas nuestras niñas y niños y sus familias y esa motivación fue la que nos impulsó a poner todo patas arribas y empezar de nuevo. Es cierto que desde los últimos años estamos inmersos en un proceso de cambio de modelo, que tiene como base la Planificación Centrada en la Familia, y ya estaba en marcha una experiencia piloto con algunas de las familias del Servicio de Atención Temprana que asisten al centro. Pero la magnitud del cambio y la oportunidad que se nos ofrecían de poder hacer el modelo extensivo a todas las familias del centro, unido a la formación extra que había que hacer en cuanto a la metodología para llegar a todas y cada una de las casas ha sido un gran reto.
¿Qué motivo os llevó a decidir transformar la intervención en lugar de cerrar como han hecho la mayoría de Centros de Atención Temprana (CAT)?
M- El motivo fundamental tiene que ver con el compromiso adquirido con todas nuestras familias de ser un soporte para el desarrollo de sus hijos e hijas.
Entendimos desde un primer momento que estos meses iban a ser duros y que las familias necesitarían sentirse acompañadas el tiempo que durase la crisis y no ver interrumpido el tratamiento que tan necesario es para ellos.
Ya que la base de nuestros tratamientos, sobre todo de la etapa 0-6, es la prevención e intervención precoz, nos preocupaba qué consecuencias o perjuicios podría ocasionar el hecho de perder la intervención con nuestros niños y niñas, teniendo en cuenta que esta situación que se nos plantea no es como un descanso como podemos hacer durante las vacaciones, ya que las familias se encuentran en una situación de confinamiento que nos lleva a perder muchas de nuestras actividades de la vida diaria tan necesarias para un adecuado desarrollo de todas las áreas.
En la locura de esos primeros días también fuimos capaces de ver esta dificultad como una oportunidad de aprendizaje para todo el equipo, y la posibilidad de poner en marcha los tratamientos y el cambio de perspectiva que esto suponía nos planteaba una serie de ventajas relacionadas con la participación de los terapeutas con contextos naturales de la familia.
¿Qué tipo de herramientas estáis utilizando?
M- Para continuar con los tratamientos estamos realizando sesiones de Tele-Intervención (TI).
La TI es la prestación de los servicios del centro a través del uso de las tecnologías. Es importante aclarar que la TI no es un modelo, es la vía para poner en marcha nuestros tratamientos a partir del modelo de Planificación Centrada en la Familia que se sigue desde nuestro centro.
¿Creéis que es efectiva la Tele-Intervención o intervención online?
M- A pesar de que tenemos que confesar que empezamos con algo de miedo, esta situación nos sacaba de nuestra zona de confort y nos llevaba a una zona nueva en la que nos manejábamos con ciertos temores, la experiencia enseguida empezó a ser muy gratificante.
Hemos observado, cómo la evidencia científica nos indicaba, que esta metodología aporta una serie de ventajas en relación la metodología tradicional como por ejemplo; la participación de las familias como agentes activos de la intervención, la familia lidera las interacciones con la guía y el modelado de los terapuetas lo que aumenta el compromiso y el empoderamiento de los principales cuidadores del niño y la práctica continua de la interacción facilita la repetición en el día a día de los objetivos planteados lo que permite que se produzca con mayor facilidad la generalización de los aprendizajes.
¿Cuáles son los beneficios de la terapia online durante el confinamiento?
M- En estos días de confinamiento las niñas, los niños y sus familias pasan mucho tiempo juntos lo que nos parece una oportunidad preciosa para acompañarles en el día a día observando las necesidades que van surgiendo en todas las áreas, a partir de las actividades cotidianas y, en este caso, dándole una importancia especial a los aspectos emocionales puesto que el confinamiento en algunas ocasiones puede generar malestar en nuestras niñas y niños y es necesario acompañar más que nunca en estos momentos.
¿Vais a dar continuidad a este sistema de intervención a distancia con algunos usuarios cuando acabe el estado de alarma?
M- Desde el centro estamos recogiendo toda la información que la práctica nos está dando estos días y hemos puesto en marcha un proyecto en el que se define la incorporación de esta metodología a nuestro día a día una vez se recupere la actividad habitual.
La oportunidad que esta situación nos ha dado de un cambio de perspectiva nos ofrecerá la posibilidad de poder adaptar los servicios en función de la necesidad de nuestras familias (distancia, conciliación familiar…) e incorporar esta metodología nos va a permitir facilitar la intervención en el día a día mejorando la calidad de vida de nuestras niñas, niños y sus familias.
Construiremos un modelo basado en potenciar las capacidades de las familias, ayudando a desarrollar competencias a partir de las fortalezas que se observan, a través de una relación basada en la confianza, el respeto y el apoyo.
¿Cuál crees que es el eje transversal de vuestro modelo de intervención para que haya sido posible transformarlo a una modalidad online?
M- Hay tres aspectos fundamentales que rigen nuestro modelo de intervención: la crianza respetuosa, la búsqueda de la mejora de la calidad de vida de las niñas, los niños y sus familias y la evidencia científica de las prácticas que desarrollamos.
Si partimos de esos tres requisitos lo único que hemos tenido que hacer es buscar una metodología alternativa a la que se llevaba a cabo en el centro, para poder seguir prestando los servicios en el hogar.
La oportunidad que se nos ha ofrecido ha conseguido impulsar lo que empezábamos a poner en marcha tímidamente y con pasitos pequeños: la Planificación Centrada en la Familia, situar a la familia como protagonistas de la intervención de su niña o niño, potenciando la relación de colaboración entre ésta y el terapeuta que guía el tratamiento y dotándola de recursos para lograr avances en el desarrollo a través de interacciones significativas en contextos naturales.
¿Cómo lo están viviendo las familias que asistían a Iria?
M- La respuesta que hemos tenido de las familias que asistían a Iria ha sido maravillosa. Han confiado en nosotros, como llevan haciendo muchos años y como equipo que somos hemos construido las bases de la nueva metodología juntos, con su participación activa a través de la reflexión acerca de cómo se estaba poniendo en marcha y reajustando a medida que íbamos avanzando para ofrecer la calidad de la intervención.
¿Y los peques? Supongo que cada caso es particular, pero en rasgos generales ¿en qué rango de edades estáis teniendo mejor respuesta?
M- En rasgos generales es una metodología que funciona con resultados muy positivos en el Servicio de Atención Temprana (0- 6 años) puesto que las familias están en pleno proceso de empoderamiento y el poder acceder al contexto familiar del niño y a las actividades diarias, hace que las familias adquieran destrezas y confianza en la crianza de sus niñas y niños con diversidad funcional, lo que genera resultados muy positivos en el desarrollo de los diferentes aprendizajes y la generalización de los mismos.
En el Servicio de Continuidad (6- 18 años) la implementación del modelo es diferente: nuestras niñas, niños y adolescentes tienen más autonomía, sus familias mayor confianza porque llevan años acompañando en los diferentes aprendizajes y en esta etapa está resultando muy sencillo poner en práctica la metodología y el trabajo diario está siendo muy efectivo y eficaz.
¿Qué tipo de terapias ofrecéis online?
M- Actualmente estamos ofreciendo todas las terapias que se llevan a cabo en el centro excepto, como es obvio, la actividad de piscina que con toda nuestra pena hemos tenido que interrumpir. Se están llevando a cabo los tratamientos de estimulación, fisioterapia, logopedia, apoyo psicopedagógico y psicoterapia.
¿Hay alguna intervención que sea irreemplazable por el formato online?
M- Tenemos que tener claro que la Tele-Intervención es un recurso más para poder atender a nuestras familias en el día a día, pero que no puede sustituir por completo el contacto entre las familias y los terapeutas.
Desde el centro damos especial importancia al vínculo y en este sentido es muy necesario para la formación del equipo de trabajo (familia- centro) que se éste se establezca adecuadamente.
En la familia Iria nos encantan los achuchones, los besos, los abrazos y la relación tan estrecha y bonita que se crea entre las niñas, los niños, las familias y el equipo de terapuetas.
Nos encontramos en una situación excepcional dónde esta vía es la única, pero en un futuro tiene que ir acompañada de la implementación del resto de medidas establecidas para realizar el acompañamiento y los seguimientos que desde nuestro modelo ocurren cuando estamos juntos y compartimos ese espacio de reflexión y vínculo. Por esto, el formato online es una vía más de interacción pero, en circunstancias normales, toda la intervención no podría realizarse a través del mismo.
Conozco de cerca vuestro modelo de intervención centrado en la familia, respetuoso en general y con la niñez en particular (motivo por el que os elegimos día a día desde hace casi 7 años). ¿Crees que ese modelo es justamente el que se está viendo beneficiado con la modalidad online?
M- La modalidad online permite seguir acompañando a nuestras familias a través de los valores que definen nuestro trabajo que tienen que ver con la idea de que cada familia es única, que cada familia tiene sus propias prioridades, sus propias necesidades y sus propios procesos y en ese camino de toma de decisiones vamos caminando juntos para ir descubriendo fortalezas y capacidades que nos lleven a la mejora de la calidad de vida de todos los miembros de la familia a través de la guía que ofrecen los terapeutas que trabajan junto a ellos. La modalidad online nos permite seguir acompañando en estos momentos de crisis donde muchas familias estaban preocupadas por la continuidad de los tratamientos de sus hijas e hijos.
Por último, quería preguntarte si estáis aceptando nuevas solicitudes en el centro durante la cuarentena, porque imagino (y conozco) muchísimas familias que se han quedado sin terapias y quizás quieran contactar con vosotras. Si es así, dime cómo pueden hacerlo.
M- En todo este proceso han seguido llegando a Iria familias que necesitan tratamiento y hemos podido empezar a trabajar juntos. El centro sigue a pleno rendimiento a pesar de las dificultades para no dejar a ninguna familia que lo necesite sin acompañar.
Pueden contactar con nuestro Centro a través de www.centroiria.es, por email a informacion@centroiria.es o por teléfono a los números 91 494 28 77 y 650 91 01 13.
C247- Muchas gracias Marta y a todo el equipazo de Iria por todo el esfuerzo puesto en dar una respuesta rápida, profesional y adaptada a estas circunstancias complejas. Cada día me siento agradecida de haberos conocido, de saber que mi hijo está en las mejores manos y de la enorme empatía y amor que nos brindáis dentro y fuera de las sesiones.
M- De nada Geraldine, ha sido un placer charlar un ratito contigo. Os dejamos también unos enlaces de interés sobre la Evidencia Científica de la Tele-Intervención por si en algún momento alguien quisiera profundizar acerca del tema.
Desde luego, para mi hijo mayor ha sido una tranquilidad saber que mantenía sus horarios, rutinas y terapeutas. De hecho, gracias a la modalidad online estamos encontrando algunos beneficios adicionales como el ahorro de tiempo y dinero en los desplazamientos, ya que vivimos lejos del CAT y hacer las sesiones desde casa es una maravilla. Por otro lado, como la mayoría de niños de 8 años, hacer uso de la tecnología para comunicarse con sus terapeutas y compañeros de habilidades sociales, es un plus de motivación que repercute en su estado de ánimo de manera muy positiva.
Espero que nuestra experiencia y las respuestas de Marta os sean de utilidad para valorar esta opción, no sólo cara al estado de alarma, sino al futuro cercano cuando vayamos volviendo a las rutinas fuera de casa.
¿Estáis haciendo uso de Tele-Intervención con vuestros peques? ¿Habéis podido dar continuidad a las terapias durante el estado de alarma por coronavirus?
Nos leemos.
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